Pues resulta que dice la Señora Rigau, que el catalán está discriminado en Cataluña, y que la nueva ley educativa del Señor Wert es un atentado contra esa lengua. Hay que tener la cara muy dura para mentir de forma tan descarada.
- En Cataluña el catalán se utiliza en la escuela en toda la franja horaria a excepción de dos horas semanales de inglés y dos semanales de castellano. Es por tanto la única lengua vehicular en educación.
- Los profesores solo pueden hablar en Catalán con su alumnado , a excepción de las ya referidas horas de castellano y de inglés.
- Es más, en el gobierno del Tripartito se nos "animó" a los profesores a hablar en catalán, incluso en la Sala de Profesores y a procurar que los niños hablaran en catalán en el patio.
- Todos los libros de texto están en catalán.
- La documentación oficial, impresos etc, de la administración autonómica está a día de hoy sólo en catalán.
- En mi caso al marchar de Cataluña, el Departamento de Educación se negó a darme mis títulos, cursos, diplomas, etc en castellano; y hube de recurrir al servicio de Normalización Lingüística que como un favor y previa traducción por mi parte, compulsó la validez en castellano de todos esos documentos. A día de hoy sí que se expiden los diplomas también en castellano, supongo que para facilitar a todos los indeseables como yo el exilio del Paraíso Nacionalista.
- En Cataluña no se puede rotular ningún negocio en castellano. Es más a pesar de la Sentencia del Tribunal Constitucional, la Generalitat continúa multando a empresarios por utilizar la lengua de Cervantes.
- La Generalitat incumple varias sentencias tanto del Tribunal Supremo como del Tribunal Constitucional en las que se le insta a garantizar que el castellano sea también una lengua vehicular en la escuela de Cataluña.
No voy a seguir explicitando más situaciones sobre la supuesta discriminación del catalán en Cataluña, para no aburrir, y porque podía estar así todo el día. Esos burgueses catalanes se atreven ya a mentir sin ningún miramiento; hablando de discriminación del catalán, mientras discriminan y satanizan la lengua castellana. Hay que tener mucha caradura, hay que odiar profundamente una lengua para llegar a esos extremos. Lo más triste es, que algunos de ellos, son hijos de andaluces, extremeños o gallegos.
